HIPOTERMIA

Palabra que proviene de los términos griegos "HYPO"...debajo y "THERME"...calor, se utiliza para determinar el descenso de temperatura corporal por debajo de un mínimo de 35ºC, esto puede ocurrir si nuestro cuerpo pierde más calor del es capaz de generar.

Los buceadores tenemos un problema añadido que debemos tener en cuenta; el agua nos hace perder 20 veces más rápido el calor corporal que el aire.

Por su importancia debemos tener en cuenta la protección térmica, usar trajes de buceo y protecciones adecuadas a la zona de buceo... capuchas, guantes, petos de calor, etc., valorar el tiempo de fondo y también la cota que se alcanzará.

Además de los evidentes peligros de la hipotermia. En la fase final de la inmersión, cuando más nitrógeno hemos acumalado, el frío se comienza a sentir y se ponen en marcha los mecanismos de defensa de nuestro organismo, entre los que es de especial importancia la reducción del flujo sanguíneo periférico. Dicha reducción de flujo sanguíneo, además de disminuir la pérdida de calor, hace que no se pueda eliminar el nitrógeno de las zonas más expuestas al frío, que se liberará en forma de burbujas al ascender y podría dar lugar a la temida Enfermedad Descompresiva.

Cada una de las tres fases por las que se pasa en una hipotermia tienen su sintomatología característica y efectos en el cuerpo:

En la primera fase la temperatura corporal desciende por debajo del umbral de los 35ºC hasta los 32ºC.

Se le denomina hipotermia leve, en este estado el cuerpo pone en marcha mecanismos de defensa, hace un intento por crear una capa aislante poniendo la famosa piel de gallina, reminiscencia de nuestros orígenes e inútil en las personas por el poco pelo corporal, menos aun en el agua, también provoca la reducción del flujo sanguíneo periférico (los pequeños vasos sanguineos de la piel se contraen) como ya hemos comentado e intenta recuperar la pérdida de calor con contracciones musculares (temblores o escalofríos), lo que dificulta moverse con fluidez y nos impide razonar con claridad, además la respiración se vuelve superficial.

llegados a este punto, se debe salir a superficie cuanto antes, quitarse el traje mojado, abrigarse e intentar un recalentamiento progresivo, a ser posible tomar bebidas hipercalóricas (dulces) o calientes, y por supuesto es aconsejable buscar ayuda médica.

Hasta que al menos el cuerpo no comience a recuperar la temperatura, no es aconsejable una ducha de agua caliente, al hacerlo nuestro cuerpo cree que el riesgo a terminado y cesa el proceso de vasoconstricción periférica volviendo a dilatar los pequeños vasos sanguíneos y el resto de medidas para seguir recuperando temperatura.

La segunda fase estaría dentro de la franja de los 32ºC hasta los 30ºC de temperatura corporal.

Se denomina hipotermia moderada; los intentos del cuerpo por intentar recuperar calor son ineficaces y comienzan a fallar, se crea una falsa sensación de confort causada por la dilatación de los vasos sanguíneos lo que provoca una aceleración de la pérdida de calor, la respiración se vuelve más lenta, aparecen síntomas de pérdida de memoria, desorientación y disminución progresiva del estado de conciencia.

La tercera fase, ya estaríamos por debajo de los 30ºC de temperatura corporal.

Se considera hipotermia grave, también llamada fase poiquilotérmica, es en un estado casi de aletargamiento con bajada de la tensión arterial, pérdida total de conciencia, dilatación de las pupilas... el ritmo cardiaco y la respiración disminuyen drásticamente y finalmente puede llegar la muerte por fallo multiorgánico.

Para reanimar a una persona con hipotermia, cualquiera que sea la fase en la que se encuentre, no se le debe administrar calor directo con estufas, almohadillas eléctricas, bolsas de agua caliente, etc... tampoco se debe suministrar bebidas alcohólicas ni tabaco.

Si su estado es preocupante (la temperatura no aumenta) podemos intentar ayudarle a recuperar calor con nuestro propio cuerpo por contacto directo, y si es posible, aplicar calor moderado con gasas templadas en cuello, ingles y pecho.

Por último comentar que se han dado casos de reanimaciones en personas ahogadas en aguas frías tras más de una hora, el aletargamiento del cuerpo causa una mayor resistencia del cerebro a la hipoxia, por esta razón, si tenemos una persona ahogada sin sintomas vitales no hay que dudar en administrarle la RCP hasta que lleguen las asistencias.

 

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